El panorama dieciochero nos llevó esta vez a Casapiedra (la casa de la Sonia - otra de mis cuñadas - que es lugar de reunión del clan Benavides-Aguayo). Así que, tempranito, echamos un par de Antillancas a la mochila, y partimos. Al llegar me calzaron con la parrilla (o me calcé yo solo, parece) ya que el parrillero oficial de la familia se fue al sure pa' las fiestas. Luego de un par de chelas salieron los choripanes y el asado (medio durazno, pero salvó igual). Después de unos cuecazos partimos a las Fondas del Parque Mahuida, donde remojamos el güergüero con ese néctar de cebada fermentada llamado cerveza. Cuando el sol ya caía bajamos a la ciudad y nos encaminamos hacia la Quinta Normal: La Yein Fonda era nuestro siguiente destino.
Eran como las 21:30 hrs. cuando la Mona, la Romy, el Yayo y yo llegamos a la Yein Fonda y nos recibió el canto de María Ester Zamora y Pepe Fuentes (parroquianos de siempre en la fonda de Álvaro Henriquez). Nos agenciamos unos traguitos, un sanguchito y a la pista a bailar... En eso sale Alvarito con Los Pettinellis (que de Pettinellis tenían el puro nombre, ya que era Álvaro Henriquez y 3 gallos más. O sea, sorry por Joselo, pero Camilo Salinas es Camilo Salinas, y sin él, los Petinellis no son lo mismo). Igual, la gozamos con exitazos como 'Un hombre muerto en el ring', 'No hables tanto', 'Amada' (que a todo esto no viene en el álbum del grupo, sino en el disco solista de Henriquez, pero en fin...), y el gran hit electrónico 'Ch Bah Puta la Weá'.
Luego seguimos el bailongo con música envasada del uno, de esa que no te permite quedarte quieto. Después de como media hora era el turno para los grandes: Quilapayún, presentados por el dueño de casa. Entre los 'Malembe' y 'La Muralla' y el clásico de Violeta 'Mire como sonríen' se dieron maña pa' tocar junto a Henriquez 'Mi patria' y 'Pájaros de fuego'. 'La batea' fue la ocasión precisa para reírse de las "frases para el bronce" de nuestro querido presidente (del tipo "Tusunami", "Marepoto", y otras).
Break musical (ideal para mamarse una tremenda fila en el baño) y luego seguir con Buddy Richard: 'Mentira', 'Amor por ti', 'Despídete con un beso', 'Tu cariño se me va' (éstas dos últimas con el líder de Los Tres), 'Si me vas a abandonar' y 'Balada de la tristeza' fueron parte del repertorio del maestro. Obviamente las cantamos todas y la voz a esta hora ya se hacía cada vez más ronca.
Más tarde vino el turno de los locales: Los Tres. Como buenos dueños de casa, se sentían a sus anchas e hicieron lo que quisieron sobre el escenario. La fuerza de la guitarra rockera de Ángel más el Rickenbaker de Titae y la voz de Henriquez crean la atmósfera perfecta para el rock pop clásico delos oriundos de Concepción. 'Hojas de té', 'Tírate', 'La torre de Babel', 'He barrido el sol' ya son himnos que fueron coreados por la multitud presente. También hubo tiempo para nuevos hits (en realidad sólo uno, 'Shusha', su más reciente single, adelanto del nuevo álbum que viene) y para versiones de 'Ventolera' y 'Déjate caer' junto a Quilapayún.
Pasadas las tres de la madrugada llegaron las cuecas de Los Tricolores, y para finalizar la larga velada: ¡Chico Trujillo! Ahí todo fue baile y bacilón: 'Gran pecador' le cantamos al Yayo, 'La medallita' nos recordó a la Anto, y 'La Escoba' dejó la ídem en toda la fonda (a esta altura la alfombra ya se había corrido y el polvo del suelo de la Quinta nos envolvía y entraba por nuestras vías respiratorias, pero no importó).
Diez para las cinco de la madrugada se acabó el show, y también nuestras fuerzas. Cansados, pero alegres regresamos a casa (me tinca que el Yayo quedó con ganas de ir al Mercado Central por un mariscal, pero pa’ otra vez será)
Celebración Oficial Bicentenario a la que no asistimos: Fiesta del Bicentenario Estadio Nacional.
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