lunes, 28 de diciembre de 2009

Mi 2009 en palabras

A continuación, y a modo de resumen anual, describo lo que fue mi año 2009:

Conseguí una buena pega, muy diferente a lo que había hecho hasta ahora, y para nada ligada al inglés, que me presentó bonitos desafíos y harto esfuerzo y dedicación.

Aprendí mucho sobre la administración pública, pero, más aún, sobre transparencia en la función pública.

Conocí harta gente y me he hecho de buenos amigos en la pega, amistad que espero dure más que nuestra permanencia en este trabajo.

Celebré y grité casi con euforia la clasificación de Chile al Mundial de Sudáfrica y el vigesimonoveno campeonato logrado por Colo-Colo, el eterno campeón, el día de mi cumpleaños. Qué regalo más grande. Hubo algunos que, incluso, ya lo daban por descendido, y al final salió campeón ganándole al favorito: UC, jajaja. Eso es una doble felicidad.

Bailé y gocé shows en vivo de la banda Conmoción (probablemente lo mejor del año 2009 en vivo) en la fiesta de la música y en la Quinta Normal, Chico Trujillo en el Club Hípico, Los Tres también en el Club Hípico, Los Bunkers gratis en la Plaza de Armas, Inti-Illimani (ese, así no más sin apellidos) y Mauricio Redolés gratis en la Plaza Yungay, y, el que fue probablemente el gran concierto del año, para mí, ¡Los Fabulosos Cadillacs! Ahhh, y como olvidar a Llave de Soul!

Disfruté como siempre las Fiestas Patrias. Fuimos al Parque Bicentenario a ver a 3x7 Veintiuna, en el Tour Dieciochero 2009 (que casi se funa) terminamos comiéndonos una parrillada en Las Tejas con Mavri y la Ale y mi Mona querida. Celebramos con nuestras familias con harto copete y harta comida y hartas cuecas. Mejoré un poquito mi performance con las cuecas, tanto pa’ cantarlas como pa’ bailarlas (claro que después de unos copetes, ejalé).

Celebramos hartos cumpleaños, fuimos al matrimonio de Felipe y Loreto, organizamos carretes varios en el depto, armamos un paseo de fin de año con los cabros de la pega, en fin, matamos la sed tantas veces, y aún así ésta persiste en nuestras secas gargantas, jajaja… Llegamos a Malloco con Gerardo para matar de una vez por todas la sed en la Fiesta de la Cerveza… logramos apaciguarla, pero ahora que el año se nos acaba, vuelve a surgir desde las cenizas, cual ave fénix, jajaja! ¡Comencé el año con tremenda caña, y ahora lo terminaré con tremenda sed!

Recibimos las visitas de mi tía Pilar desde Venezuela y mi tío Cuper desde Suiza. Lo que me dio la oportunidad de acercar a la Moni a mi familia que está lejos, en el extranjero.

Viajé por varias ciudades de nuestro Chile querido: conocí Arica, Iquique, Talca y Coyhaique. Y volví a visitar Temuco, Valdivia, La Serena y Viña. Todo por las relatorías de la Ley de Transparencia.

Finalmente y como gran broche de oro a un gran año, me casé con el amor de mi vida por la iglesia, en compañía de grandes amigos, amigas y familiares. Fue difícil, costo harto esfuerzo y un resto de plata, pero se hizo como nosotros quisimos que se hiciera. Sobrio pero no estirado, sencillo pero con algo de estilo. A la chilena, pero sin que pareciera fonda. Creo que lo logramos, y ahora comenzamos el camino más difícil de todos, el día a día, el superar obstáculos y lograr metas. La lucha por un sueño que sea común: nuestra propia, única y gran familia! Lindo final para un año que tuvo de todo. Lindo principio para un año que será, ojalá, más movido, más alegre, más optimista y más positivo que el que se nos va.

¡Feliz Año 2010 a todos!

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Arenga

A sólo pocos días de una nueva elección de presidente en Chile aún podemos soñar con lo que queremos para nuestro pueblo. Creo que aún es posible cambiar la constitución que nos rige por una más democrática y participativa, menos restrictiva. Podemos re-pensar el sistema económico y social en el que nos desenvolvemos y que, a todas luces, no funciona para todos por igual.

Aún hay tiempo para decidirse a votar por un sistema de pensiones más justo y equitativo. Todos los trabajos son necesarios, todas las faenas ayudan a la economía y al desarrollo de nuestro país, ¿por qué, entonces, hay empleos de primera, segunda y tercera categoría? Si todos creen que el sistema funciona tan re bien ¿Por qué no pensionamos a todos los empresarios y políticos con el mínimo?

Creo que ahora es tiempo de mostrar que existe la voluntad real de un cambio. De un cambio verdadero, un cambio de actitud, de pensamiento, de sociedad. Muchos de nosotros queremos tener acceso a una mejor salud, a una vivienda digna, a un barrio tranquilo, a una educación de calidad para nuestros hijos y vecinos, sin importar dónde vivamos ni qué hagamos. Aún es posible creer en el bien común.

Por eso voto Arrate. porque es consecuente, de una sola linea, porque tiene visión de futuro sin olvidar el pasado, sino, precisamente, porque ha sido capaz de tomar lo bueno del pasado y denunciar lo malo del presente para poder construir, entre todos, un mejor futuro. Un futuro más digno, más fraterno, donde el vecino no sea un adversario, sino un hermano, donde el tema laboral no sea ganar más o menos lucas, sino desarrollarse como persona integral haciendo lo que realmente sabe hacer bien.

Eso es lo que está en juego. El Chile que queremos. No el que nos tocó, sino el que queremos vivir y disfrutar. A quitarse los miedos absurdos, las falsas caretas, adiós a las medias tintas. Con fuerza, coraje, consecuencia y con la frente bien limpia:

vota ARRATE!

jueves, 24 de septiembre de 2009

Sobre el debate

“Hemos visto dos visiones de país” dice Paula Narváez, del comando de Eduardo Frei, al finalizar el primer debate presidencial televisado por TVN, refiriéndose a la postura de Frei contra la del candidato de la alianza.

No sé a cuáles dos visiones se refiere. Lo que se vio en el debate fue una visión de mundo representada por tres candidatos (el empresario, el senador y el diputado), y una visión bastante diferente, del candidato de la izquierda, el único que marcó una diferencia.

Los otros tres candidatos son más de lo mismo, con sólo algunos bemoles. De Piñera no descubrimos nada nuevo. Se volvió a demostrar una vez más que cada vez que habla se evidencia su torpeza. Se vio débil. Trata de ser empático con el tan manoseado “chileno medio”, pero no lo logra. Se defiende de los ataques del senador sobre el informe de Transparencia Internacional como puede. Vuelve sobre lo mismo una y otra vez, la delincuencia, más seguridad, represión y mercado.

El candidato oficialista, el senador, volvió a ser lo mismo. Por un momento me pareció estar viendo un programa del año 93. No sorprende, no se impone. El punto más alto fue cuando trató de emplazar a Piñera sobre el informe de Transparencia. No respondió a las preguntas de Henriquez-Ominami, no se mostró empático con la gente, demasiado técnico, frío, fome.

El diputado, en tanto, trae aires frescos al mismo sistema que defienden los otros dos candidatos. Sus conocidos problemas de dicción atentan contra su presentación, aunque a poco andar uno se da cuenta que es lo mismo, una y otra vez. Se preocupa demasiado en buscar diferencias entre su candidatura y las de Frei y Piñera, y le cuesta mucho encontrarlas. ¿Por qué será? Pide seguir cambiando así como lo ha hecho el gobierno de Michelle Bachelet. Yo digo, no, gracias.

Por otro lado, en la otra vereda, el candidato siempre excluído, desechado, mirado en menos, ninguneado, de la izquierda chilena. Quién haya creído que Navarro era la opción de izquierda no conoce la historia de esta gran fuerza. Arrate es un candidato con un gran convencimiento. Le creo lo que dice, porque lo dice con convicción. Está seguro de su opción, no negocia su visión de mundo por un par de votos más. Respondió a todas las preguntas con seguridad. Es un candidato creíble, empático con el trabajador, con la mujer chilena. Me gustó y me convenció.

La pista se ve más clara ahora, que le han dado más tiempo en televisión a los que usualmente no tienen ni un segundo. La izquierda es un peligro para el stablishment. La izquierda es la única alternativa de cambio real. El voto disconforme, el voto por un cambio, el voto por los ideales tiene un solo candidato: Yo voto Izquierda, yo voto Arrate.

viernes, 17 de julio de 2009

Ayer conocí a un senador

Ayer conocí a un Senador
muy amable, platudo y barrigón (bis).

Estaba, yo, viviendo en un dilema,
si contarle o no contarle mi problema
y al fin, enterado, el Senador,
de inmediato me dio la solución.
Ayer conocí a un Senador
muy amable, platudo, y barrigón.

Sacando una tarjeta que tenía
dijo diga que va de parte mía
que le den de inmediato ocupación
y Ud. deme su voto en la elección.
Ayer conocí a un Senador
muy amable, platudo, y barrigón.

Fui corriendo donde un Señor Smith,
quien al tiro se interesó por mi,
y entonces me dijo mi razón
la importancia de aquella reunión.
Ayer conocí a un Senador
muy amable, platudo y barrigón.

Y aquí estoy, otra vez, desesperado
corriendo, como loco, a todos lados,
mirando como el hijo del patrón
sentado se gana su millón.
Ayer conocí a un Senador
muy amable, platudo, y barrigón.

Ahora se ha agravado este dilema,
no tengo a quien contarle mi problema,
pues hoy día que ha pasado la elección
ni siquiera me conoce el Senador
Ayer conocí a un Senador
muy amable, platudo, y barrigón.

(Tito Fernandez)

Se parece a un senador de la Primera región, uno amable, platudo, y sobre todo barrigón y traidor.

viernes, 26 de junio de 2009

Jackson

Jackson. Uno de mis primeros ídolos pop. Uno de los primeros cassettes que tuve (Bad), uno de los primeros músicos que seguí.
Recuerdo de muy chico, escuchando el vinilo de ‘Thriller’ que me regalara un compañero de pega de mi papá. Me lo regaló porque había una canción rayada. No era cualquier canción, era ‘Billie Jean’. Sin embargo no me importó y se convirtió en mi disco de cabecera. Ese disco fue mi primera aproximación al inglés, ya que traía las letras de las canciones en la funda del vinilo. Mi primer cassette pop fue ‘Bad’. Con esa música crecí. Con los videos que veía en ‘Sabado Taquilla’, imitando sus movimientos y su falsete en la intimidad de mi cuarto.
Recuerdo grandes canciones, el terror de ‘Thriller’, el misterio del video de ‘Billie Jean’, las pandillas de los bajos fondos de ‘Bad’ y ‘Beat it’ (y la guitarra de Van Halen en esta última…formidable!), el funk y el Groove de ‘Do you wanna be startin’ something’, ‘Rock with you’ y ‘Don’t stop ‘till you get enough’. El pop ultra ochentero e inocentón de ‘Say say say’ y ‘The girl is mine’, ambas junto al gran Paul McCartney. Las grandes canciones mamonas de todos los tiempos, como ‘We are the world’, ‘Heal the world’, ‘Man in the mirror’, y tantas otras. El compadre que la lleva en ‘Smooth Criminal’ y ‘The way you make me feel’, el Jackson más desenfadado en ‘Leave me alone’ y ‘What about us’. Etc.
Apenas salió el álbum ‘Dangerous’ lo pedí. Me llegó de regalo de cumpleaños/navidad (siempre un solo regalo para ambas fechas… la suerte de haber nacido en Diciembre…). La calidad ya no era la misma. Sin embargo seguían saliendo clásicos: ‘Black or white’, ‘Jam’, ‘In the closet’, ‘Remember the time’. A comienzos de los 90 toda la música pop que se escuchaba sonaba un poco a Jackson. El 93 anuncia visita a Chile. Meses pidiéndole, rogándole a mi mami que me llevara… llegó Octubre, llegó el recital… y yo en mi pieza, buscando alguna emisora que lo transmitiera… después lo vi por Megavisión (mentira, dieron una actuación de la misma gira, pero de Europa). Y se fue. Con sus paraguas, sus amigos de 13 años, sus guarda espaldas y toda su parafernalia. No importa nada. Cuando un tipo ha logrado lo que el logró, nada es demasiado raro ni demasiado excesivo. Ni su mansión, ni su Zoológico particular, ni los millones que gastaba para grabar un video con Eddie Murphy y “Magic” Johnson, ni su especial “amistad” con niños. Nada que decir al respecto. Aunque creo que siempre fue un niño, finalmente.
Después su música decayó. A mediados de los noventa sacó ‘History’, el último álbum que le escuché (y que me gustó). Convencí a mi mamá que le regalara ese cassette (doble, venía en una caja con un librito con impecables fotos) a mi hermano en su cumpleaños (para el mío faltaba mucho). Venían algunas buenas canciones ‘What about us’ (Con 2 videos, uno grabado en una cárcel gringa y otro en las favelas de Brasil), ‘You are not alone’ (una de sus clásicas baladas mamonas, con Lisa Marie Presley desnuda en el video), ‘Stranger in Moscow’ (con un video en blanco y negro), ‘The Earth song’ (canción casi épica, muy llorona, pero que me gustaba porque le entendía casi todo lo que cantaba).
Probablemente hay muchas otras. No las recuerdo en este momento. No tengo música de Jackson en mp3, tampoco en CD. Es mi gran deuda con el pop, básicamente porque cuando pude acceder a los CDs ya estaba en la universidad y los sintetizadores y secuencias pop fueron desplazadas por los riffs de los hermanos Young, la psicodelia de Waters y compañía, el desparpajo de Jaggers y Richards y el rock and roll desenfadado de Keith Moon y Pete Townshend.
Para que recordar sus últimos trabajos, mejor no perder el tiempo tratando si quiera de encontrar algo bueno en ‘Blood on the dance floor’ (probablemente sólo el tema que da título al disco, y eso siendo muy generoso) o ‘Invincible’(¿Así se llamaba?).
Pero ahora recuerdos los guiños de Michael con el rock. El antes mencionado solo de guitarra de Van Halen en ‘Beat it’. Las presentaciones junto a Slash en los MTV Awards (outstanding!). Su cover de ‘Come together’, que sale en la película ‘Moonwalker’.
Si. Era mi ídolo. Y en cierta manera sigue siéndolo. Un cabro pobre, negro, de una condición social ‘vulnerable’, como dirían en el Gobierno, que logra tener el mundo a sus pies. Desafió los cánones de la música, contribuyó a la industria del video clip con varias innovaciones, hizo lo que quiso, se cambió el color de la piel, se reunió con cuanto líder mundial existe, tuvo toda la plata que pudo tener, y la gastó toda, no se guardó nada. Quiso ser inmortal, y, gracias a sus canciones, lo logró.
Gracias Michael por tus canciones y tus locuras, por tus bailes y tus gritos, por tu vida y también por tu muerte.

jueves, 7 de mayo de 2009

Por una sociedad más transparente

Desde el 20 de Abril pasado está en vigencia la Ley N°20.285 sobre Acceso a la Información Pública, más conocida como ‘Ley de Transparencia’. Desde ese día todos los servicios y órganos de la administración del Estado están obligados a entregar toda la información que esté en su poder a las personas, ya sea a través de sus sitios web (Transparencia Activa) o entregando copias de los documentos en las oficinas o vía correos electrónicos (Transparencia Pasiva). Esta ley establece plazos para que los servicios respondan las solicitudes que las personas hagan, y sanciones para los jefes superiores de los servicios que no cumplan con el mandato de la ley.
En este proyecto he estado desde Febrero de este año. Junto a otros 8 compañeros, fuimos reclutados por el Ministerio Secretaría General de la Presidencia para difundir esta ley en los funcionarios públicos de los servicios de Gobierno. Estuvimos en un arduo proceso de training donde tuvimos que leer y releer la ley y aprenderla al revés y al derecho. Elaboramos material y viajamos por todo Chile haciendo jornadas de información.
Yo viajé a Temuco, Arica, Iquique y Valparaíso, y me toco presentar un módulo en la Jornada Regional Metropolitana, en Santiago. En todos estos lugares pudimos apreciar el interés de los funcionarios por este tema. La transparencia es un tema llamativo, pero a su vez, peligroso para muchos de ellos. Muchos tienen arraigada la idea que la información del servicio es reservada, o les pertenece sólo a ellos. Esta ley implica no sólo un cambio legal, sino uno mucho más profundo, un cambio cultural. Desde ahora tenemos que empezar a pensar que, en principio, toda la información de los servicios es pública. Salvo algunas excepciones, generalmente relativas a la seguridad nacional o en casos en que se esté en espera de una resolución (excepciones bastante lógicas, por lo demás). El cambio cultural que esta ley trae consigo es muy importante. Por parte de los funcionarios, deben comenzar a trabajar en función de la ciudadanía, con el fin de dar la mejor atención posible a las personas. Deben entender que el Estado y sus órganos están al servicio de la ciudadanía. Y por parte de las personas, deben saber que tienen derecho a acceder a toda la información que deseen, sin expresar razones o motivos por el que quieren tener esa información.
Es un cambio profundo. Han pasado sólo un par de semanas desde que esta ley entró en vigencia. El objetivo final es mucho más amplio que sólo cumplir con esta ley. El objetivo último es que la transparencia se instale en nuestra sociedad. No sólo en los servicios del Estado, sino en todos los ámbitos de la sociedad. En las empresas privadas, en las selecciones de los niños al entrar al colegio, en las entrevistas de trabajo, en las oportunidades laborales de los jóvenes. En los servicios de salud públicos y privados. En las farmacias coludidas, y en las otras. En las empresas de retail, en los partidos políticos y en los candidatos. En las personas que suben a la micro sin pagar, y en aquellas que arreglan los medidores de luz, agua, gas. En las telefónicas y las empresas de los servicios básicos que suben sus precios de manera arbitraria.
Es una tarea difícil. Sin embargo creo que se puede lograr si cada uno comienza a ser más transparente con uno mismo y con el de al lado. Ser transparente es mostrarse tal cual uno es. Esa es la invitación. A quitarse las caretas, a sacarse los disfraces y presentarse ante el prójimo como uno es, ni más ni menos. El Estado lo está empezando a hacer, de a poco. Esta ley es un primer gran paso, pero esta es una tarea de largo aliento.
Yo estoy en eso. Ayudando para que la transparencia no sea sólo una ley o una palabra para describir lencería erótica, sino que sea parte de nosotros, parte de una nueva sociedad donde sepamos reconocer lo que somos, y donde nos guste ser como somos.

domingo, 18 de enero de 2009

de repente...

Esta vida es una injusticia… Una injusticia para quien nunca han tenido algo, para quien ve que el progreso pasa por la puerta de al lado, que todos ganan mientras el pierde. Sus vecinos se mudan, sus amigos se alejan, su familia lo mira con pena, casi con desprecio. No es de ninguna parte. Es un paria, un extranjero en esta tierra destinada a acoger a exitosos ciudadanos que siempre siguieron todas las reglas y que cumplieron el rol que la sociedad les dio antes de nacer. Ese rol que él no es capaz de asumir. Ese rol de pobre, de fracasado, de desplazado, de engañado, de timado y amargado. De perdedor que, más encima debe aplaudir al que pasa por su lado y rendirle pleitesía. Y no sólo eso. Además debe trabajar para él, debe asumir los errores del otro, debe pagar los platos rotos, debe hacer frente a la crisis que esos otros crearon.
Y así es, y siempre ha sido de esa forma. Su padre también fue el pobre de su generación, y su abuelo, que llegó a Santiago buscando un progreso que nunca alcanzó. Y su bisabuelo, aquél inquilino que trabajó toda su vida para el patrón en algún fundo del sur. No hay diferencia, no hay mejora, no hay progreso.
No hay diferencia entre los inquilinos de antaño, los obreros de comienzos de siglo, los trabajadores de los setenta, y los esforzados miembros de esta “Clase media baja”, que no es otra cosa que clase baja, de bajos ingresos, de baja educación, de baja autoestima, de baja proyección en lo académico y profesional, de baja visión de mundo, de bajo desarrollo intelectual, de pobre vocabulario, de míseras posibilidades de conocer otras realidades, de pobres éxitos, de famélico presupuesto, en fin, de clase baja.
No existe remedio para él. No existe ni derecha ni izquierda que cambie su posición. El que es pobre será pobre por siempre. Sistema de castas, más eficiente que en la antigua Grecia. No existe sistema que sea realmente humanista, y considere a los humanos como una sola especie, sin discriminaciones ni excepciones.
Con todo, la solución no parece estar en la pasiva aceptación de esta realidad, sino en la Quijotesca tarea de hacer creer (y convencerse a sí mismo) que otro mundo es posible, que el ser humano es capaz de cambiar, de crear un mundo más igualitario, más amable, más noble, en suma, más humano. Ahí radica lo trágico de esta vida, pelear y luchar por algo que sabemos que no cambiará, cual Edipo, cual Antígona, con inconsecuencias, con errores y aciertos, pero con sólo algo claro… al final del día, ¡nada cambiará!
Aunque quien sabe si con esfuerzo y motivación…

Deudas

Soy un montón de cuentas que
en vida no puedo pagar.
Soy un montón de deudas que jamás podre saldar.

Todo lo que junté hasta hoy
mañana no me servirá.
Las cosas que me harán mejor no las puedo comprar.

Me he cansado de tanto andar por la calle sin pensar...
He dejado mis pies atrás sin saber, sin saber a donde van...

Yo siempre me negué a creer
en una vieja religión.
Tal vez me equivoque, debí escojer el mal menor.

Mire a mi alrededor
buscando algúna Luz,
pero no habia nada excepto tú, excepto tú.

Me he cansado de tanto andar por la calle sin pensar...
he dejado mis pies atrás sin saber, sin saber a donde van...

Me he cansado de tanto andar por la calle sin pensar...
he dejado mis pies atrás sin saber, sin saber a donde van...

(Los Búnkers-Barrio Estación, 2008)