Bienaventurados los de apellido Matte, Larraín y Morandé, porque de ellos será el reino de las grandes empresas.
Bienaventurados los hijos de senadores y ministros de Estado, porque ellos también serán senadores y ministros de Estado.
Bienaventurados los que viven en el barrio alto, porque nunca serán discriminados ni apuntados con el dedo.
Bienaventurados los que tienen grandes fortunas, porque ellos serán dueños del país.
Bienaventurados los homosexuales con dinero, porque ellos serán fashion.
Bienaventurados los arribistas y ambiciosos de poder, porque ellos serán serviles a los poderosos.
Bienaventurados los que tienen deudas millonarias y cheques protestados, porque ellos serán parte de directorios de empresas y de la ANFP.