Si a los gobernantes realmente los eligiera el pueblo...
Si la participación ciudadana y la voz de la gente fuera tomada en cuenta...
Si la generosidad y la humildad se practicaran día a día...
Si la justicia social fuera más importante que la justicia penal...
Si lo esencial fuera realmente invisible a los ojos...
Y por último
Si tan sólo los dirigentes y directivos de Colo-Colo fueran Colocolinos...¡Otro gallo nos cantaría!