Ayer conocí a un Senador
muy amable, platudo y barrigón (bis).
Estaba, yo, viviendo en un dilema,
si contarle o no contarle mi problema
y al fin, enterado, el Senador,
de inmediato me dio la solución.
Ayer conocí a un Senador
muy amable, platudo, y barrigón.
Sacando una tarjeta que tenía
dijo diga que va de parte mía
que le den de inmediato ocupación
y Ud. deme su voto en la elección.
Ayer conocí a un Senador
muy amable, platudo, y barrigón.
Fui corriendo donde un Señor Smith,
quien al tiro se interesó por mi,
y entonces me dijo mi razón
la importancia de aquella reunión.
Ayer conocí a un Senador
muy amable, platudo y barrigón.
Y aquí estoy, otra vez, desesperado
corriendo, como loco, a todos lados,
mirando como el hijo del patrón
sentado se gana su millón.
Ayer conocí a un Senador
muy amable, platudo, y barrigón.
Ahora se ha agravado este dilema,
no tengo a quien contarle mi problema,
pues hoy día que ha pasado la elección
ni siquiera me conoce el Senador
Ayer conocí a un Senador
muy amable, platudo, y barrigón.
(Tito Fernandez)
Se parece a un senador de la Primera región, uno amable, platudo, y sobre todo barrigón y traidor.
viernes, 17 de julio de 2009
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