jueves, 28 de junio de 2007

Canción

El sol en desierto grande
y la sal que nos quemaba,
el frío en las soledades,
camanchaca y noche larga.


El hambre de piedra seca
y quejidos que escuchaba,
la vida de muerte lenta
y la lágrima soltada.


Las casas desposeídas
y el obrero que esperaba
al sueño que era el olvido
sólo espina postergada.

El viento en la pampa inmensa
nunca más se terminará.
Dureza de sequedades
para siempre se quedará.


Salitre, lluvia bendita,
se volvía la malvada.
La pampa, pan de los días,
cementerio y tierra amarga.
Seguía pasando el tiempo
y seguía historia mala.
Dureza de sequedades
para siempre se quedará.


El sol en desierto grande
y la sal que nos quemaba,
el frío en las soledades,
camanchaca y noche larga.


El hambre de piedra seca
y quejidos que escuchaba,
la vida de muerte lenta
y la lágrima soltada.


(L. Advis-Quilapayún)

No hay comentarios: