Primer trimestre del 2010 y ya han pasado suficientes cosas para un año completo.
Enero
Nos confirmaron en la pega (hasta nuevo aviso). Fue un mes fome, no hubo mucho movimiento, vino la segunda vuelta y lo que todos temíamos: Ganó la derecha.
Me tomé mis merecidas vacaciones, las planeamos mucho, tanto que, al final, no hicimos nada. Me enfermé de la güata, y nos quedamos en Santiago la mayor parte del tiempo. Igual, una vez recuperado partimos a Viña a visitar a mi tía y a mi prima, y aprovechamos de ver a mi primo y su nueva vida de casado y padre.
Vino el cumple de mi Mona querida, lo celebramos por partida doble en el depto. el mismo día 19 y en la casa de mi suegra el sábado 20.
Todo estaba bien hasta aquélla noche de viernes, madrugada de sábado, en realidad (03:34 del 27 de febrero) en que la tierra se sacudió y sentimos uno de los terremotos más grandes de la historia. Con una magnitud de 8.8 en el epicentro en la Región del Bío Bío, botó miles de casas de adobe, y hasta un edificio nuevo en pleno centro de Concepción. En Santiago se cayeron casas y cornisas, se cortó la luz por varias horas (días en algunas partes de la ciudad), se cortó el agua, los teléfonos no funcionaron, los celulares no sirvieron para nada más que alumbrar, en fin, caos.
Todo tiene relación con los efectos del terremoto y tsunami: la incompetencia de las autoridades por no actuar a tiempo, ni de manera adecuada ni coordinada, la falta de ayuda en muchas zonas devastadas, el corte de carreteras y caminos “nuevos”, el saqueo a supermercados y grandes tiendas en Concepción, Talcahuano, e incluso en Santiago, el cambio de mando en un día particularmente sacudido por los temblores, y un largo etc.
El mismo día del cambio de mando conocí a las nuevas autoridades, en la mañana había ido a despedir a la Presidenta, que, dejando de lado su actuar como primera autoridad del país, es una gran persona que el pueblo quiere y respeta mucho. Luego, a seguir trabajando.
Todo esto matizado con la elección de las nuevas autoridades (Gobernadores con prontuario, jefes de servicio que fueron asignados a última hora, intendentes que son dueños de las mismas constructoras e inmobiliarias cuestionadas tras el terremoto), cambio del logo de Gobierno (feo, antiguo y poco representativo) y un sinfín de traspiés de las nuevas autoridades (incluyendo los hits “Marepoto” y “tusunami”).
Se viene un año ‘movido’.
No hay comentarios:
Publicar un comentario